María Corina Machado llega a Oslo tras un viaje clandestino para recibir el Nobel de la Paz
Tras burlar una década de prohibiciones y 16 meses en la clandestinidad, María Corina Machado aparece en Oslo para recibir el Nobel de la Paz, reactivando el foco internacional sobre la crisis venezolana y acelerando los escenarios de transición política.
Por Alejandro González
Publicado en 11/12/2025 15:19
Política Internacional
Maria Corina Machado, en el balcón del Grand Hotel, Oslo.

María Corina Machado llega a Oslo tras un viaje clandestino para recibir el Nobel de la Paz

Oslo, Noruega – 11 de diciembre de 2025. La opositora venezolana María Corina Machado, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, ha llegado a Oslo después de un arriesgado viaje realizado en secreto. Su arribo marca su primera aparición pública en más de un año, luego de permanecer en la clandestinidad para evadir la persecución del régimen de Nicolás Maduro. La dirigente apareció de madrugada en un balcón del Grand Hotel de Oslo, donde saludó emocionada a decenas de seguidores entonando el himno nacional de Venezuela y recibiendo vítores de “¡Valiente!” y “¡Libertad!” telemundo.com. La multitud reunida, integrada por miembros de la diáspora venezolana, respondió también con gritos de “¡Presidente!” en reconocimiento a Machado infobae.com. Horas antes, su hija Ana Corina Sosa había aceptado en su nombre el Premio Nobel de la Paz durante la ceremonia oficial, ante la imposibilidad de Machado de llegar a tiempo al evento.

Viaje secreto y llegada a Oslo

La galardonada con el Nobel de la Paz 2025 saluda a sus seguidores desde el balcón del Grand Hotel de Oslo, Noruega, en la madrugada del 11 de diciembre de 2025.

El viaje de María Corina Machado a Noruega se realizó bajo estrictas medidas de sigilo y seguridad. De acuerdo con medios internacionales, la líder opositora salió clandestinamente de Venezuela el martes 9 de diciembre con apoyo logístico de aliados extranjeros elpais.com. Su trayecto incluyó cruces terrestres y marítimos: partió en lancha desde la costa occidental de Venezuela rumbo a la isla caribeña de Curazao, donde la esperaba un avión privado proveniente de Miami elpais.com. La aeronave trasladó a Machado hasta Oslo, realizando una escala técnica en Bangor (estado de Maine, EE.UU.) antes de cruzar el Atlántico elpais.com. Este itinerario inusual –que combinó tramos por tierra, mar y aire– buscó eludir la estrecha vigilancia del régimen chavista, que mantenía a Machado con prohibición formal de salida del país desde hace más de una década elpais.com.

El Comité Noruego del Nobel confirmó que Machado “hizo todo lo posible” por asistir a la ceremonia, emprendiendo “un viaje en una situación de peligro extremo” telemundo.com. No en vano, Machado llevaba 16 meses oculta para evitar ser arrestada elpais.com, desde que en agosto de 2024 se desconocieron los resultados electorales en los que la oposición la proclamó vencedora sobre Maduro. Sus aliados mantuvieron en secreto el plan de escape hasta el último momento, conscientes de que la dirigente vivía bajo amenaza de muerte por parte del régimen, riesgo que trascendía las fronteras venezolanas según advirtió el propio Instituto Nobel elpais.com. “Muchas personas habían arriesgado sus vidas para que ella llegara a Oslo”, reveló Jørgen Watne Frydnes, presidente del comité Nobel, sobre la hazaña logística del traslado elpais.com. Finalmente, Machado aterrizó en Oslo la noche del miércoles 10, siendo trasladada a un lugar seguro. En la madrugada del jueves 11, se asomó al balcón de su hotel con la mano en el pecho y entre lágrimas cantó “Gloria al Bravo Pueblo”, el himno venezolano, ante seguidores que la aclamaban emocionados telemundo.com. Luego, contra todo pronóstico, descendió a la calle para abrazar a los presentes, incluidos su madre y sus hijos, a quienes no veía desde hacía año y medio infobae.com. “¡Oslo, aquí estoy!”, exclamó la líder entre aplausos, en una muestra de resiliencia y desafío tras burlar el cerco de la dictadura.

Agenda en Noruega: Nobel y reuniones oficiales

Aunque no pudo asistir a la ceremonia oficial en el Ayuntamiento de Oslo al mediodía del 10 de diciembre, Machado participará en diversas actividades y encuentros de alto nivel en los días siguientes. Durante la ceremonia del Nobel –a la que asistieron unos mil invitados, entre ellos los reyes Harald y Sonia de Noruega y varias delegaciones internacionales– la hija de Machado, Ana Corina Sosa, recibió el diploma y la medalla Nobel en su nombre hola.com. En señal de respaldo regional, figuras prominentes de América Latina como Javier Milei (presidente de Argentina), Daniel Noboa (presidente de Ecuador), José Raúl Mulino (presidente de Panamá) y Santiago Peña (presidente de Paraguay) estuvieron presentes en Oslo para acompañar a Machado en este histórico momento telemundo.com. El evento tuvo un marcado acento venezolano: el cantautor Danny Ocean interpretó canciones emblemáticas como “Alma Llanera” y “Venezuela” en honor al país sudamericano, subrayando el carácter emotivo de la premiación.

Ya en la mañana del jueves 11, a primera hora, Machado inició su agenda oficial visitando el Parlamento noruego (Storting). Allí fue recibida por el presidente de la Cámara, Masud Gharahkhani, quien le ofreció una visita guiada por el recinto legislativo infobae.com. Durante el encuentro, Machado se mostró conmovida por las muestras de solidaridad internacional. “El mundo nos apoya y no estamos solos. Este es un momento decisivo”, afirmó la líder venezolana, destacando la importancia del respaldo global a la causa democrática de Venezuela infobae.com. Gharahkhani, por su parte, elogió el coraje de Machado, señalando que su travesía de incógnito fue “larga y peligrosa” pero emprendida con el fin de “dar voz al pueblo de Venezuela” swissinfo.ch. En un gesto protocolar, Machado firmó el libro de visitantes ilustres del Storting, mientras el titular del Parlamento calificó la visita como “conmovedora”, subrayando que “Venezuela es un régimen brutal” y que “la democracia depende de quienes se niegan a ser silenciados” infobae.com. Al salir del Palacio Legislativo, decenas de personas la vitorearon nuevamente, a lo que ella respondió reiterando su compromiso: “Vine a recibir el premio en nombre del pueblo venezolano y lo llevaré a Venezuela en el momento adecuado… Haré todo lo posible para poder regresar y también para poner fin a esta tiranía muy pronto”, declaró, sin detallar cómo ni cuándo volverá al país infobae.com.

Para el transcurso del día, están programados encuentros clave. Machado tiene prevista una reunión oficial con el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, en la residencia de gobierno, donde ambos ofrecerán declaraciones conjuntas a la prensa swissinfo.chinfobae.com. Adicionalmente, el Instituto Nobel anunció una rueda de prensa con Machado a las 12:30 hora local en el mismo Grand Hotel donde se hospedainfobae.com. Se espera que en dicha conferencia Machado amplíe detalles sobre su odisea desde Venezuela y sus próximos pasos en la lucha por la democracia. Por la tarde, la agenda incluye la inauguración oficial de la exposición anual del Centro Nobel de la Paz dedicada a su vida y legado, evento al que la laureada asistirá como invitada de honor hola.com. Esta exhibición, titulada “Democracia al filo”, repasa la trayectoria de Machado y la sitúa en el contexto de la creciente erosión de libertades a nivel global.

Reacciones en Venezuela y en la comunidad internacional

El reconocimiento a María Corina Machado con el Nobel de la Paz ha generado fuertes reacciones tanto dentro de Venezuela como en el exterior. En las calles de Caracas y otras ciudades venezolanas, la noticia del premio –anunciada el 10 de octubre pasado– fue recibida con expresiones espontáneas de júbilo. Se reportaron cacerolazos y celebraciones populares, interpretándose el galardón como una victoria moral de la resistencia democrática venezolana. Figuras de la oposición en el exilio, como el ex candidato presidencial unitario Edmundo González Urrutia, manifestaron su alegría: “Estamos en shock de alegría”, declaró González al conocer la decisión del Nobel, considerando el premio un espaldarazo a la lucha por elecciones libres telemundo.com. Los simpatizantes de Machado adoptaron el lema “¡Hasta el final!” –consigna de su campaña– como grito de guerra renovado en redes sociales y concentraciones de apoyo.

En contraste, los voceros del régimen de Nicolás Maduro reaccionaron con hostilidad y desdén. Medios estatales venezolanos intentaron restar importancia al Nobel, calificándolo de “desprestigiado” y acusando al comité de tener motivaciones políticas. Varios presentadores de la televisión oficial sugirieron que el premio “ya no vale nada” y afirmaron que su entrega a Machado habría sido orquestada por la “ultraderecha internacional”, en línea con el discurso habitual del chavismoeluniversal.com. Paralelamente, organizaciones afines al gobierno han emprendido campañas para descreditar a la opositora: más de 21 colectivos autodenominados “promotores de paz” incluso se congregaron en Oslo esta semana para protestar simbólicamente contra el Nobel. En un manifiesto, estos grupos acusaron a Machado de “procurar una intervención militar extranjera en Venezuela” y de apoyar acciones violentas, señalando que su postura confrontacional “no aporta esfuerzos de paz”eluniversal.com. John Y. Jones, copresidente de una de estas organizaciones, llegó a exigir la renuncia inmediata del Comité Nobel por, según él, “violar el espíritu del testamento de Alfred Nobel” con la selección de Machadoeluniversal.com. No obstante, estas voces críticas representan a una minoría ideológica; la gran mayoría de la comunidad internacional ha expresado respaldo a la dirigente venezolana y a la causa democrática que encarna.

Diversos gobiernos y líderes mundiales manifestaron su apoyo tras la concesión del premio. Estados Unidos –que reconoció formalmente a Edmundo González como ganador legítimo de las elecciones presidenciales venezolanas de 2024 wlrn.org– aplaudió el Nobel como un reconocimiento merecido al pueblo venezolano. Legisladores estadounidenses de origen latino, como el congresista Carlos Giménez, felicitaron a Machado destacando su valentía y liderazgo. En Europa, altos representantes de la Unión Europea subrayaron que el premio visibiliza la crisis venezolana y pidieron la liberación de los presos políticos en el país. Gobiernos latinoamericanos recién electos de signo conservador, como el de Argentina bajo Javier Milei y el de Paraguay con Santiago Peña, se han alineado férreamente con Machado: Milei viajó personalmente a Oslo para acompañarla y afirmó que “la liberación de Venezuela está más cerca que nunca”. Por su parte, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, envió un mensaje señalando que “la unión por la democracia en la región es fundamental”, en alusión a la causa venezolana telemundo.com. Panamá, cuya delegación fue encabezada por el presidente José Raúl Mulino, también expresó públicamente su solidaridad con Machado durante los actos en Noruega telemundo.com. Incluso figuras históricas de la lucha democrática, como el expresidente colombiano Andrés Pastrana y la activista nicaragüense Bianca Jagger, destacaron el coraje de Machado en distintos foros internacionales.

Dentro de Venezuela, la reacción del aparato represivo no se hizo esperar. Machado denunció que en los últimos días las fuerzas de seguridad han intensificado el acoso: “La policía venezolana está deteniendo a jóvenes en la calle si encuentran en sus teléfonos noticias sobre el Nobel”, reveló la opositora en una entrevista con la televisión noruega swissinfo.ch. Este dato ilustra el clima de miedo impuesto por el régimen, que teme el efecto inspirador que el premio Nobel podría tener sobre la población. A pesar de esas amenazas, dirigentes opositores en Venezuela –como Henrique Capriles y otros que en el pasado fueron rivales políticos de Machado– han cerrado filas felicitándola y llamando a redoblar la presión interna. Juan Guaidó, ex presidente interino, escribió en redes que “el mundo reconoce el sacrificio de nuestro pueblo en MCM; no estamos solos”, mientras que organizaciones de la sociedad civil convocaron vigilias pacíficas para celebrar el Nobel y honrar a las “víctimas de la dictadura” cuyo recuerdo Machado evocó en su discurso de aceptación telemundo.com. Analistas señalan que este amplio apoyo refuerza la posición de Machado como líder unificadora de la oposición venezolana en este momento crítico.

Implicaciones políticas: Oslo en el camino hacia la transición de Venezuela

La visita de María Corina Machado a Oslo tras recibir el Nobel de la Paz trasciende lo simbólico y tiene un alto significado político en el contexto del prolongado conflicto venezolano. Para muchos observadores, su salida clandestina de Venezuela y aparición en Europa marcan un punto de inflexión en la lucha contra el régimen de Maduro. “Este es un punto de inflexión histórico. El pueblo venezolano siente que el mundo está con él”, declaró la propia Machado al llegar al Parlamento noruego infobae.com, subrayando el peso internacional del momento. En efecto, diplomáticamente, el Nobel otorgado a Machado representa un espaldarazo global a la causa democrática venezolana y al mismo tiempo aísla aún más al gobierno de Maduro. Países que hasta ahora mantenían posturas más cautelosas podrían endurecer sus políticas hacia Caracas, ya sea intensificando sanciones o condicionando cualquier acercamiento a gestos concretos de apertura democrática (como la liberación de presos políticos o la convocatoria de elecciones competitivas).

Noruega, en particular, juega un papel central como facilitador internacional. El país escandinavo ha sido mediador en varias rondas de diálogo entre el chavismo y la oposición en años recientes (las denominadas “negociaciones de Oslo” en 2019 y conversaciones posteriores en México con auspicio noruego). La presencia de Machado en territorio noruego refuerza la implicación de Oslo en la búsqueda de una solución pacífica. Fuentes diplomáticas señalan que el gobierno noruego, liderado por el primer ministro Støre, estaría dispuesto a reactivar canales de negociación siempre que haya garantías mínimas y voluntad real de las partes. El encuentro directo de Machado con autoridades noruegas podría servir para intercambiar visiones sobre una posible transición negociada. En ese escenario, se contemplaría quizás algún mecanismo de amnistía o garantías para miembros del régimen a cambio de restaurar la constitucionalidad y celebrar nuevos comicios libres. Sin embargo, analistas advierten que tras repetidos incumplimientos del régimen en diálogos previos, la oposición llega esta vez con menos confianza en la vía negociada y más inclinada a combinar la presión interna con la externa.

De hecho, la coyuntura internacional de finales de 2025 es distinta a la de años anteriores. La administración de Estados Unidos ha cambiado de manos y, según reportes de prensa, el gobierno de Donald Trump muestra una postura más confrontativa respecto a Maduro. El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, ha sido un ferviente aliado de Machado y promotor de su Nobel wlrn.orgwlrn.org. Informes del New York Times indican que Rubio impulsa dentro del gabinete de Trump medidas de “máxima presión”, incluyendo la presencia militar disuasoria en el Caribe wlrn.org. En los últimos meses, buques de la Marina de EE.UU. realizaron operativos contra embarcaciones en aguas venezolanas sospechadas de narcotráfico –acciones que Caracas denunció como “agresiones”– y Washington reforzó su despliegue militar regional wlrn.org. Esta estrategia pareciera buscar asfixiar las fuentes de financiación del régimen (vinculadas al tráfico ilícito de drogas, oro y petróleo) y cerrar el cerco en torno a Maduro.

Paralelamente, la oposición venezolana en conjunto, con Machado a la cabeza, ha venido elaborando un plan de transición para un escenario de quiebre del chavismo. Pedro Urruchurtu, asesor cercano a Machado, reveló que disponen de un “plan para las primeras 100 horas” tras la salida de Maduro, que contemplaría transferir el poder de inmediato al presidente electo opositor Edmundo González Urrutia wlrn.org. Ese plan incluye lograr que gobiernos aliados ejecuten acciones diplomáticas, financieras, de inteligencia y de justicia internacional contra figuras del régimen, para facilitar su caída wlrn.org. “Tiene que hacerse con el uso de la fuerza, porque de otro modo no sería posible derrotar a un régimen como el que enfrentamos”, admitió Urruchurtu, aludiendo a que sectores militares venezolanos leales a Maduro podrían ser confrontados si es necesario wlrn.org. Estas declaraciones sugieren que no se descarta un escenario de mayor contundencia, en el que una conjunción de presión interna (protestas masivas, fracturas en las Fuerzas Armadas) y apoyo externo (aislamiento diplomático o incluso acciones encubiertas) fuerce la salida de Maduro del poder. De hecho, algunos observadores interpretan que uno de los motivos para extraer a Machado de Venezuela antes de anunciar nuevas acciones sería evitar que la dictadura la tome como rehén o moneda de cambio ante eventuales negociaciones o confrontaciones abiertas elpais.com.

Con todo, los caminos hacia una transición política en Venezuela permanecen inciertos. Entre los posibles escenarios que se barajan se encuentran:

  • Negociación pactada: Bajo fuerte presión internacional y ante la legitimidad menguante de Maduro (cuya reelección de 2024 no fue reconocida por numerosos países telemundo.com), podría retomarse un diálogo serio con participación de actores externos. En tal caso, un acuerdo podría contemplar la conformación de un gobierno de transición o junta electoral que prepare elecciones verdaderamente libres en un plazo breve (quizás en 2025 o 2026). Este escenario requeriría concesiones de ambas partes; por ejemplo, garantías de no persecución para funcionarios chavistas a cambio de permitir observación internacional vinculante y habilitar a todos los candidatos (incluida Machado, quien fue inhabilitada arbitrariamente en 2023 telemundo.com). Noruega y otros países (México, España, Francia, EE.UU., países latinoamericanos) podrían fungir como garantes de dicho acuerdo.
  • Colapso o ruptura interna del régimen: La cada vez mayor presión (económica, política y ahora moral tras el Nobel) podría fracturar la coalición de poder en Venezuela. Si sectores militares o civiles del chavismo decidieran retirar su apoyo a Maduro –sea por agotamiento económico, temor a sanciones personales o cálculo político–, podría darse una transición impulsada desde adentro. En ese contexto, figuras del propio oficialismo moderado podrían negociar con la oposición un “gobierno de unidad nacional” temporal. Machado, desde el exilio, habría logrado lo que ella misma denomina la “liberación de Venezuela” sin una intervención extranjera directa, aunque posiblemente facilitada por la presión externa. Este escenario, no obstante, es considerado menos probable a corto plazo, dado el férreo control que aún mantienen Maduro y su círculo sobre los organismos de seguridad.
  • Intervención o acción internacional más firme: Si todas las vías pacíficas se estancan, algunos países podrían optar por acciones más enérgicas. Si bien una intervención militar multilateral explícita es remota, se habla de operaciones encubiertas para debilitar al régimen, apoyo logístico a movimientos de resistencia interna o incluso el establecimiento de zonas humanitarias en fronteras (por ejemplo, Brasil o Colombia) para proteger a civiles y facilitar la salida de refugiados. La presencia de aliados duros de Maduro (Cuba, Rusia, Irán) añade complejidad, pero también podría desatarse una dinámica de negociación donde potencias globales discutan garantías de salida para Maduro a cambio de evitar un conflicto mayor. El hecho de que Washington haya realizado ya “cuatro ataques letales” contra embarcaciones vinculadas al régimen en el Caribe wlrn.org demuestra que el umbral de la confrontación se ha elevado, enviando a Maduro la señal de que la paciencia internacional se agota.

En todos los escenarios, la viabilidad de elecciones libres en Venezuela –requisito fundamental para la normalización democrática– sigue pendiendo de la restauración de condiciones que hoy no existen. La elección presidencial de 2024 terminó en un fraude denunciado: Machado ganó abrumadoramente unas primarias opositoras en 2023 con intención de desafiar a Maduro, pero fue ilegalmente inhabilitada; en su lugar, el diplomático retirado Edmundo González tomó la posta y, según el conteo opositor, obtuvo más votos que Maduro el 28 de julio de 2024 telemundo.com. El régimen, sin embargo, desconoció esos resultados y se autoproclamó vencedor, prolongando así su mandato telemundo.com. Este episodio minó la confianza en que pueda haber comicios auténticamente competitivos mientras Maduro permanezca en el poder. La llegada de Machado a Oslo y la atención mundial que conlleva vuelven a poner el foco en la exigencia de elecciones justas. Tanto la UE como la OEA han reiterado que reconocerán únicamente procesos electorales en Venezuela con garantías plenas (registro de candidatos sin vetos, CNE imparcial, observación internacional robusta). Por ello, cualquier transición ordenada probablemente incluiría un compromiso de convocar nuevas elecciones presidenciales en corto plazo –algunos mencionan 2025 como meta aspiracional– una vez se establezca un gobierno interino de consenso que restituya las instituciones.

María Corina Machado, investida ahora con la autoridad moral de un Premio Nobel, se ha erigido en símbolo de esperanza para millones de venezolanos. Su mensaje desde Oslo ha sido claro: “El mundo está con nosotros y pronto Venezuela volverá a respirar libertad”, afirmó en su discurso de aceptación leído por su hija telemundo.com. En declaraciones a la prensa noruega, Machado aseveró que llevará el Premio Nobel de la Paz a suelo venezolano “cuando sea seguro y el momento apropiado”, dando a entender que planea regresar para culminar en persona la lucha por el cambio. También enfatizó que “nunca rompería una promesa” hecha a sus compatriotas infobae.com, recordando que semanas atrás, pese a las dudas, ella aseguró que sí estaría en Oslo y finalmente cumplió esa promesa. Las reacciones internacionales indican que su figura cuenta con un respaldo inédito: gobiernos, parlamentos y organizaciones de derechos humanos de diversas latitudes ven en su causa un emblema de la defensa de la democracia frente al autoritarismo. Este alineamiento internacional añade presión sin precedentes sobre Maduro. Por ejemplo, el Parlamento Noruego aprobó una resolución bipartidista condenando la represión en Venezuela y apoyando la exigencia de elecciones libres, mientras que en Estados Unidos se discuten nuevas sanciones específicas contra testaferros del régimen vinculados al narcotráfico, todo ello impulsado tras el foco mediático que supuso el Nobel.

El significado de la visita de Machado a Oslo trasciende la ceremonia del Nobel. Se interpreta como un paso calculado dentro de una estrategia mayor para impulsar la transición en Venezuela. Diplomáticos veteranos señalan paralelismos con otros momentos históricos: la salida al exilio de líderes opositores que luego retornaron triunfantes (como ocurrió con figuras de Europa del Este en los 80) o los reconocimientos internacionales que precipitaron el fin de regímenes aislados. No obstante, también advierten que el camino puede ser largo y no exento de riesgos. Maduro aún controla los resortes coercitivos internos y ha resistido años de sanciones y aislamiento. Su círculo podría optar por atrincherarse y radicalizar la represión en el corto plazo, al verse acorralado por la legitimidad internacional de Machado. De hecho, en las horas posteriores a la ceremonia del Nobel, el régimen detuvo a varios activistas y volvió a allanar oficinas de ONGs prodemocracia, movimientos que sugieren temor y nerviosismo en Miraflores.

A pesar de esos riesgos, el clima predominante entre la oposición y sus aliados es de renovada esperanza. La frase “Ahora sí, Venezuela” se ha hecho tendencia, reflejando la percepción de que una combinación de factores (unidad opositora bajo el liderazgo de Machado, presión internacional coordinada y agotamiento interno del modelo chavista) podría converger en 2026 para abrir las puertas de una transición. Machado ha insistido en Oslo que “esto no es solo un premio, es un compromiso” con los venezolanos, y ha llamado a la comunidad internacional a no bajar la guardia. “El pueblo venezolano siente que el mundo está con él”, reiteró infobae.com, instando a que esa solidaridad se traduzca en acciones concretas.

En síntesis, la estancia de María Corina Machado en Oslo tras su clandestina odisea es mucho más que la recepción de un galardón: es el escenario donde confluyen la diplomacia y la resistencia. Su viaje ha puesto de relieve tanto la brutalidad del régimen de Maduro –que la mantuvo oculta bajo amenaza de encarcelamiento o peor– como la determinación de la oposición venezolana de seguir luchando “hasta el final”. Las implicaciones diplomáticas ya se sienten en pasillos internacionales, y las reacciones indican que el mundo observa atentamente los próximos pasos. Noruega, con su tradicional rol de facilitador, podría ofrecer nuevamente sus buenos oficios; Estados Unidos y aliados regionales, por su parte, parecen dispuestos a aumentar la presión al máximo; y el pueblo venezolano, animado por este reconocimiento global, mantiene viva la esperanza de que esté más cerca el día en que pueda elegir libremente su destino. Como corearon sus seguidores bajo el balcón en Oslo: “¡Libertad!”. Machado, con la mano en el corazón, les respondió: “¡Hasta el final!”, reafirmando que no cejará en la búsqueda de una Venezuela democrática.

Fuentes: Telemundo telemundo.comtelemundo.com; El País elpais.comelpais.com; Infobaei nfobae.cominfobae.cominfobae.cominfobae.cominfobae.com; EFE (vía Swissinfo) swissinfo.chswissinfo.ch; WLRN / NYTimes wlrn.orgwlrn.org; El Universaleluniversal.com; NBC/Telemundo telemundo.comtelemundo.com.

 

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